Nuestras viñas son el resultado de más de diez años de esfuerzo en la recuperación de bancales y plantación de viñedos. La explotación consta de seis parcelas cuya superficie total es de 1,5 hectáreas en las que hay plantadas 4.000 vides de Malvasía.
El suelo es único en el mundo y está compuesto por margas argilosas formadas durante la era terciaria: un componente geológico único catalogado como “Turbiditas de Banyalbufar”.
El terreno asentado en terrazas marjades ganadas a la Sierra de Tramuntana -patrimonio mundial de la UNESCO- y colgadas sobre el mar, tiene dieferentes profundidades de suelo e irregular tiempo de insolación.
Eso supone diferentes momentos de maduración y recolección, además de requerir que cada parcela reciba un tratamiento distinto.
Todo ello unido a la brisa marina determina la excepcionalidad de los vinos que se obtienen.